El melasma es un tipo de hiperpigmentación muy común en las mujeres. Aparece normalmente en forma de manchas oscuras en la cara. En este artículo se examinan las causas del melasma y se explican algunas de las medidas que se pueden tomar para reducir la aparición de las manchas oscuras en la piel. El melasma no es nocivo, pero puede generar consternación cuando es muy evidente.

El melasma es un trastorno de la hiperpigmentación adquirido que afecta principalmente a mujeres de entre 30 y 40 años. La melanina es el pigmento que define el color de la piel de las personas. El aumento de la producción de melanina es el causante del melasma.

Clínicamente el melasma se caracteriza por manchas reticuladas, irregulares, simétricas, color café, en áreas de la piel expuestas al sol, especialmente la cara. Topográficamente las manchas pueden aparecer en la cara, en especial en las mejillas, el puente de la nariz, la frente y el labio superior.

La causa del aumento de la producción de melanina no se ha dilucidado por completo, sin embargo, se han identificado factores como la exposición crónica a la radiación ultravioleta (UV) y la luz visible, así como los factores genéticos, la edad el uso de ciertos fármacos como los anticonceptivos orales y los antiepilépticos.

• Melasma epidérmico, que afecta a la capa superior de la piel y en el que la hiperpigmentación es marrón, con bordes bien definidos. Es el tipo más fácil de reducir, ya que la profundidad de los pigmentos de melanina en el melasma dérmico y combinado los hace mucho más difíciles de tratar.
• Melasma dérmico, que afecta a las capas dérmicas más profundas de la piel y se caracteriza por la aparición de zonas azules grisáceas.
• Melasma combinado (una combinación del epidérmico y el dérmico), cuyo aspecto es el de un pigmento marrón grisáceo. 

La medida más significativa que puede adoptar para prevenir o reducir la gravedad del melasma es realizar la aplicación de protección solar. Siempre se debe reaplicar el protector solar cada 2 o 3 horas, ya que con el correr del tiempo la protección va disminuyendo y se hace indispensable volver a aplicar el producto para garantizar su efectividad. Además de reducir la hiperpigmentación, los protectores solares protegen de forma eficaz frente a los rayos UVA y UVB y previene la formación de más manchas causadas por el sol u otros factores desencadenantes.  Se debe limitar el tiempo que se pasa al sol, no exponerse durante las horas de radiación más intensa (10:00am a 16:00pm) y uso de sombreros de ala ancha.

Los dermatólogos pueden prescribir tratamientos tópicos como la hidroquinona, considerado todavía como el agente tópico más eficaz para reducir la hiperpigmentación. Sin embargo, solo puede usarse durante períodos limitados de tiempo porque, como otras formas de peeling químico y tratamiento láser, puede irritar la piel y causar hiperpigmentación post-inflamatoria, especialmente en personas con piel más oscura.

Considerando los probables efectos negativos de la hidroquinona, es que se pueden usar otras variedades de despigmentantes tópicos como por ejemplo los retinoides, cosrticoesteroides, ácido azelaico, ácido kójico, tiamidol, ácido tranexámico y vitamina C.

Los tratamientos dermatológicos como el peeling químico o la terapia láser pueden ayudar a reducir el melasma:

• El peeling químico implica la aplicación de una solución química para exfoliar la piel (es decir, eliminar células de piel muerta), estimular el crecimiento de células de piel nuevas y poner al descubierto piel nueva. Los efectos adversos potenciales conocidos incluyen irritación de la piel e hiperpigmentación post-inflamatoria. Por ese motivo, es necesario evaluar la piel y prepararla en caso se decida usar esta variedad de opción terapéutica.
• La terapia láser representa una opción de tratamiento de tercera línea, en particular para pacientes con melasma refractario. tiene un efecto similar, pero tiende a ser más precisa, ya que el dermatólogo tiene más control sobre la intensidad del tratamiento. Los tratamientos con láser implican «impactar» las áreas afectadas con luz de alta energía. Los tratamientos más suaves se dirigen a la epidermis de la piel (la capa superficial), mientras que los más intensos pueden penetrar en las capas más profundas de la piel.